Actividades que sanan emociones en el albergue
Cuando un tiempo obliga a las familias a refugiarse en un albergue, los niños enfrentan emociones intensas: miedo, tristeza, incertidumbre y frustración. Si no se les ayuda a gestionar estas emociones, pueden experimentar consecuencias negativas como ansiedad, retraimiento o dificultades para dormir. Por eso, las actividades sencillas pero significativas pueden marcar la diferencia.
Desde la psicología positiva , se enfoca en fortalecer lo bueno que ya tienen los niños: su capacidad de adaptarse, conectar y encontrar momentos de alegría, incluso en medio de la adversidad.
¿Qué puede hacer con los niños?
- Juegos de conexión emocional :
- Proponga actividades como «La cadena de agradecimientos». Cada niño dice algo bueno por lo que está agradecido hoy. Esto refuerza el optimismo y crea una atmósfera de apoyo.
- Expresión creativa :
- Ofrezca lápices y papel para que dibujen “su lugar feliz” o lo que desearían en el futuro. Dibujar ayuda a los niños a liberar tensión y expresar sus sentimientos sin necesidad de palabras.
- Movimiento y juegos activos :
- Jueguen a algo físico como «Simón dice» o «Estatuas de marfil». El movimiento reduce el estrés acumulado y libera emociones negativas.
- Cuentos de esperanza :
- Lea historias que hablan de personajes que superan obstáculos. Estos cuentos les inspiran y refuerzan su capacidad de resiliencia.
¿Por qué es importante?
Si los niños no tienen espacios para expresar sus emociones:
- Pueden sentirse atrapados en el miedo o la tristeza.
- Es probable que su salud emocional se vea afectada, complicando su bienestar a largo plazo.
Con actividades simples que promuevan alegría, gratitud y conexión, les ayuda a manejar el estrés y a recordar que, incluso en los momentos difíciles, hay espacio para la esperanza y la felicidad.
En un albergue, una hora de juego puede ser más poderosa de lo que imagina. Le invitamos a intentarlo.