Las emociones forman parte de nuestra vida desde que somos pequeños. Los niños y adolescentes sienten alegría, tristeza, enojo, miedo y muchas más. A veces, no saben cómo expresar lo que sienten o cómo manejarlo, y ahí es donde el apoyo de los adultos es fundamental.

¿Qué es una emoción?

Las emociones son reacciones naturales que tenemos cuando algo nos pasa, ya sea algo que sentimos dentro de nosotros o algo que ocurre fuera. Estas reacciones nos afectan tanto en el cuerpo como en la mente. Todos, sin importar quiénes somos, experimentamos emociones, y ellas nos han ayudado a adaptarnos y a enfrentarnos a lo que sucede a nuestro alrededor.

¿ Cómo impactan las emociones a nuestros hijos en sus decisiones y comportamientos?

Es indiscutible que nuestras emociones afectan las decisiones que toman nuestros hijos y cómo actuan. Por ejemplo si están ansiosos, es probable que eviten situaciones nuevas o riesgosas. En cambio, si se sienten seguros y confiados, es más probable que enfrenten nuevos desafíos.

También influyen en cómo se relacionamos con los demás. Si estan contentos, les vemos comportarse de manera amigable y segura. Pero si estan tristes o enojados, pueden aislarse o comportarse de manera más distante y muy posiblemente sumergirse en el uso del celular

¿Qué es el manejo de emociones?

Es ayudar a los niños a identificar lo que sienten, entender por qué se sienten así y encontrar formas positivas de expresarlo. No se trata de evitar emociones difíciles como la tristeza o el enojo, sino de enseñarles a manejarlas sin que se acumulen o se conviertan en problemas mayores.

¿Por qué es importante?

Cuando las emociones no se manejan bien, puede resultar afectada la forma en la que los niños se relacionan con los demás, su aprendizaje y hasta su salud. Por ejemplo:

  • Guardar tristeza o enojo puede llevar a que se aíslen, se sientan inseguros o tengan problemas para relacionarse.
  • No saber cómo expresar sus emociones puede generar estrés constante, lo que afecta su salud física (como dolores de cabeza o de estómago).
  • Con el tiempo, los niños que no aprenden a manejar sus emociones pueden desarrollar problemas como dificultad para controlar su carácter o enfrentarse a situaciones de la vida diaria.
  • Pueden hacerse adictos al celular para distraerse o escapar de lo que sienten.

¿Cómo prevenir esto?

Aprovechar actividades creativas, como talleres de pintura, dibujo o collage, puede ser una herramienta poderosa. Por ejemplo, el taller “Lienzo de mis emociones” permite que los niños expresen lo que sienten a través del arte, algo que muchas veces es más fácil que ponerlo en palabras. Estas actividades les ayudan a:

1. Liberar lo que sienten: Sacar sus emociones y entenderlas mejor.

2. Conocerse a sí mismos: Identificar lo que les hace felices, tristes o enojados.

3. Aprender a manejar el estrés: Relajarse mientras pintan o dibujan, creando un espacio seguro para calmarse.

El manejo de emociones es un regalo para toda la vida. Ayudemos a los niños y jóvenes a crecer siendo fuertes, seguros y felices. Actividades como “Lienzo de mis emociones” son más que momentos de juego; son herramientas para que nuestros hijos aprendan a vivir con bienestar. ¡Aprovechémoslas!

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Bibliografía

Salas, R. (2024, febrero 18). ¿Cuál es la diferencia entre emoción y sentimiento? Dr. Rafael Salas; Dr. Rafael Salas Psicólogo en Zaragoza. https://www.rafaelsalaspsicologo.com/diferencia-sentimientos-emociones/

(S/f). Edu.pe. Recuperado el 19 de noviembre de 2024, de https://repositorio.unu.edu.pe/items/981dfbf7-1029-45ab-90ab-b70fd15ef187