“Sentis que solo existís y ya …” no es solo un titular. Según los registros de mis archivos clínicos, refleja el sentir de una niña de apenas diez años, quien a través de un dibujo de la figura humana expresó de manera simbólica que  “no sabe que hacer con su vida….no sabe que hacer con todo”. Este testimonio evidencia que, incluso a temprana edad, niñas, niños y jóvenes pueden experimentar un profundo vacío existencial que merece ser atendido con seriedad.

Por otro lado, en el marco de las dinámicas desarrolladas en Lienzo de emociones, el que hubieran niños y preadolescente entre 13 y 15 años manifestaron sentimientos como tristeza, vacío, abandono, enojo, ira, frustración y dolor. Estas vivencias, clasificadas como emociones negativas (Vizmanos Lamotte & Betancourt Núñez, 2024), suelen gestionarse de manera inadecuada mediante la alimentación emocional, caracterizada por el consumo excesivo de comida chatarra y dulces sin alcanzar saciedad. Este hallazgo constituye una señal de alerta para la comunidad educativa y para la sociedad en general.

La pregunta que surge entonces es: ¿Por qué estas emociones representan una llamada de atención? Porque se asocian con depresión, ansiedad y otros trastornos de salud mental que no solo afectan la estabilidad emocional, sino también  el rendimiento académico y la salud física.

Altos niveles de estrés, por ejemplo, incrementan el cortisol y con ello la glucosa en sangre, lo que aumenta el riesgo de diabetes. Asimismo, la ansiedad puede derivar en problemas digestivos, alteraciones del sistema inmune: gripes y alergias, cefaleas recurrentes, cansancio y hasta insomnio. Estos sintomas, de no ser atendidos a tiempo, pueden desembocar en  agotamiento, bajo desempeño escolar, irritabilidad e incluso en ideas suicidas.

 El suicidio, entendido como un acto consciente de autoaniquilación (Shneidman, 1985), es la consecuencia más grace de la incapacidad de gestionar el dolor emocional. Autores como Echeburúa (2015) lo vinculan tambien con la ausencua de una red afectiva y social sólida. En esta misma linea, Shneidman et al (1970) señalan que la raiz principal del del suicidio es el sufrimiento emocional expresado en tristeza, enojo o ansiedad que la  persona no logra regular y que desencadena ideas de autodestruccion.

Este escenario adquiere mayor relevancia en el contexto hondureño. Datos del Observatorio de los Derechos de Niñas, Niños, Adolescentes y Jóvenes – Casa Alianza de Honduras, en el primer semestre de 2025 trece menores se han suicidado. Los métodos más comunes fueron el envenenamiento y la asfixia por suspensión(ahorcamiento), representando juntos el 79% de los casos.

Además, mientras que en el rango de  19 a 21 años, no se registran suicidios femeninos; entre 0 a 18 años la incidencia se distribuye casi de manera equitativa entre niñas (6) y niños (7), lo que sugiere que la brecha por sexo se amplía con la edad.

Grafico: Suicidio de NNAJ, según tipo de arma o método (enero a marzo 2025)

Ante este panorama, la educación emocional se convierte en una estrategia clave de prevención. Iniciativas como Lienzo de emociones ofrecen un espacio seguro para que niñas, niños y adolescentes expresen, reconozcan y gestionen sus emociones, especialmente en contextos donde el acompañamiento psicológico o la psicoeducación no están disponibles debido a limitaciones económicas o prejuicios sociales.

En conclusión, las estadísticas, testimonios recogidos en archivos clínicos y las experiencias compartidas en dinámicas grupales evidencian que las emociones negativas en la niñez y la adolescencia no deben minimizarse. Por el contrario, son señales de alarma que, si no se atienden, pueden derivar en consecuencias graves como depresión, ansiedad o incluso riesgo suicidio. De ahí la urgencia de implementar estrategias de acompañamiento y educación emocional, como Lienzo de emociones, que promuevan el bienestar integral de las nuevas generaciones, incluso en contextos donde recibir acompañamiento psicológico y psicoeducación no es posible, ya sea por falta de recursos económicos o por prejuicios sociales.

BIBLIOGRAFÍA

Comer con el corazón: los lazos entre emociones y alimentación. (2024, junio 23). RDU UNAM. https://www.revista.unam.mx/2024v25n4/comer_con_el_corazon_los_lazos_entre_emociones_y_alimentacion/

Emociones: ¿Qué relación tienen con la prevención del suicidio? (s/f). Universidad del Rosario. Recuperado el 10 de septiembre de 2025, de https://urosario.edu.co/noticias/emociones-que-relacion-tienen-con-la-prevencion-del-suicidio-226

Vizmanos Lamotte, B., & Betancourt Núñez, A. (2024). Comer con el corazón: los lazos entre emociones y alimentación. Revista digital universitaria25(4). https://doi.org/10.22201/ceide.16076079e.2024.25.4.4

Escucha a tu cuerpo, no a tus emociones (2 de 3). (s/f). Ameluzconsultores.com. Recuperado el 10 de septiembre de 2025, de https://ameluzconsultores.com/2024/03/18/escucha-a-tu-cuerpo-no-a-tus-emociones-2-de-3/Alerta: las bajas calificaciones podrían ser una señal de depresión en niños y adolescentes. (s/f). Ameluzconsultores.com. Recuperado el 10 de septiembre de 2025, de https://ameluzconsultores.com/2025/01/13/alerta-las-baja-calificaciones-podrian-ser-una-senal-de-depresion-en-ninos-y-adolescentes